Ávila,
7 de noviembre de 2012
La
ALIANZA POR LA UNIDAD DEL CAMPO UPA-COAG DE ÁVILA denuncia un nuevo
ataque de lobos en las últimas horas en la localidad de Navalmoral.
En este caso el
ganadero Rogelio San Segundo del Peso ha sufrido la pérdida de dos
terneros, de apenas tres y cuatro meses respectivamente, y que se suman a otros
nueve animales muertos por los lobos en los últimos meses.
UPA y COAG apuntan
que el responsable directo de esta situación es el Gobierno regional porque es
quien protege al lobo y quien se niega a pagar indemnizaciones por los daños
que provoca. Para la Junta de Castilla y León definitivamente los lobos en clara
expansión en nuestra provincia son más importantes que los ganaderos,
abandonados a su suerte en la zona de la sierra abulense.
El Gobierno regional
sigue sin hacer nada al respecto en zonas en las que existe una especial
incidencia de ataques de lobos, tal y como lo demuestra el hecho de que este
pasado fin de semana el ganadero Agapito San Segundo también
ha visto como su explotación ha sido atacada por estos animales salvajes.
La situación actual
es límite, insoportable e inasumible durante más tiempo por los ganaderos, por
lo que desde UPA-COAG advertimos una vez más a la Consejería de Medio Ambiente
y a la Delegación Territorial de la Junta en Ávila que se aplique de una vez
por todas un “plan de contención” del lobo en la provincia, además de pagar
indemnizaciones a los ganaderos por los daños que sufren.
LA ALIANZA POR LA
UNIDAD DEL CAMPO lamenta que Medio Ambiente se “esconda y
eche balones fuera” para no afrontar el problema real, utilizando la expresión
literal de que apoya a los ganaderos pero lo hace obligándoles a pagar a una
aseguradora.
UPA y COAG pedimos
que de una vez por todas la Junta de Castilla y León asuma el problema que ha
generado arruinando día a día a los ganaderos de extensivo de nuestra
provincia. También debe asumir su responsabilidad directa, tal y como han
dictado varias sentencias judiciales en la región tras las denuncias
interpuestas en su día por algunos ganaderos cuya explotaciones sufrieron
ataques de lobos.
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