Valladolid, 3 de mayo
de 2012
La ALIANZA POR LA UNIDAD DEL CAMPO considera que las
explotaciones se encuentran al límite debido a la presión que impone la Industria vía precios.
La `ALIANZA POR LA
UNIDAD DEL CAMPO´, que forman las
organizaciones UPA y COAG, ha remitido una carta a la consejera de Agricultura
y Ganadería para que convoque urgentemente la Mesa Regional de la Leche de
Ovino.
La situación que
sufre el sector es muy preocupante y resulta necesario adoptar medidas
excepcionales, puesto que el abandono de explotaciones ganaderas sigue siendo
continuo, y requiere de un compromiso firme y responsable de todas las partes para
buscar soluciones.
UPA y COAG consideran
que el desencadenante de esta situación es el incremento de los costes de
producción y el bajo precio que los ganaderos perciben por sus productos (carne
y leche), lo que está llevando a muchos productores a tener que abandonar la
actividad.
Los datos de los
que dispone la ALIANZA apuntan que actualmente hay 3.278.000 cabezas de ovino
cuando hace cinco años el número de animales era de 4.321.000, lo que equivale
a 1.043.000 cabezas más de las que hay actualmente. El descenso en ovino ha
sido progresivo, ya que hace tan solo 10 años el censo era de 4.860.000 cabezas
(1,6 millones de animales más que ahora). En el último año el descenso en la
cabaña de ovino ha seguido siendo significativo ya que el número de cabezas se
redujo en 300.000 respecto al 2010.
Por lo tanto, nuestra región ha perdido el 25 % de
cabezas de ovino desde el año 2006 y
hasta un 33 % desde el año 2002.
UPA y COAG achaca esta situación tan delicada que
sufre uno de los sectores ganaderos más importantes de Castilla y León a la desmesurada
subida de los costes de producción año tras año y a los bajos precios que los
ganaderos perciben por sus productos.
En una situación en la que los productores se
encuentran materialmente ahogados por las deudas e incapaces de resistir la
pérdida de rentabilidad se ven obligados irremediablemente a abandonar su
actividad.
Recordamos que desde el año 2009, el precio medio
del pienso se ha incrementado más de un 25 %, el gasóleo agrícola se ha
encarecido más de un 40% y la energía eléctrica un 30 %, así como los
medicamentos para el ganado que también han tenido una subida considerable de
precios. Frente a estos datos el precio de la leche y de la carne en ovino no
se ha incrementado en la misma proporción. Esta situación determina que sean
los ganaderos los que asumen una tremenda pérdida de rentabilidad.
El precio en origen de leche de oveja se mantuvo en
2011 en precios similares al 2010 y en lo que llevamos de 2012 ha experimentado un
ligero repunte del 2,8 %, incremento insignificante al no cubrir los costes de
producción.
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