martes, 21 de septiembre de 2010

La factura de la luz subirá a partir de Octubre




El Ministerio de Industria en un comunicado enviado a la Comisión Nacional de la Energía ha informado de una subida en el recibo de la luz a partir del próximo día 1 de octubre. No obstante el propio Ministerio también ha informado de que no va a subir los peajes de acceso por lo que no se verá en la necesidad de repetir la misma operación de julio pasado donde tuvo que bajarlos para poder así neutralizar la subida de lo que no controla, es decir de la llamada Tarifa de Último Recurso (TUR).

Al no hacerlo, el incremento será, de al menos, un 3%, según las estimaciones técnicas basadas en la reciente evolución del mercado eléctrico.

En el caso de la TUR, a la que pueden acogerse usuarios con potencias inferiores a los 10 kilovatios (hogares y pymes)-, los peajes constituyen uno de los componentes utilizados para su cálculo, junto a los impuestos y al precio de la energía, que se determina mediante subastas (CESUR).

Está previsto que la próxima subasta CESUR, que se celebra el 21 de septiembre, recoja precios al alza. El Gobierno podría haber decidido una bajada de esos peajes para compensar el incremento que se registre en las subastas y que de ese modo la tarifa de la luz no sufriría variaciones pero no ha sido así.

Los peajes o tarifas de acceso remuneran costes regulados del sistema eléctrico, como las primas a las renovables, el transporte o la distribución, y las pagan todos los consumidores de electricidad.

En el documento remitido a la CNE, Industria propone mantener las tarifas de acceso a las redes de transporte y distribución que entraron en vigor el 1 de julio, tanto para los grandes consumidores como para los usuarios domésticos.

Días antes de esa fecha, el ministro de Industria, Miguel Sebastián, y el portavoz económico del PP, Cristóbal Montoro, anunciaron que habían acordado no aplicar la subida de la luz prevista para julio, lo que obligó al Ejecutivo a mantener o incluso bajar los peajes en contra de su propuesta inicial.

Desde julio de 2009, la única herramienta que permite a Gobierno jugar con el precio de la luz son los peajes, pues la otra parte del recibo depende del coste de la energía en el mercado mayorista eléctrico (pool) o del resultado de las CESUR.

El Gobierno y el PP acordaron congelar la tarifa eléctrica para buscar un pacto de Estado en materia energética que, entre otras actuaciones, conllevará la revisión de todos los costes que soporta el sistema eléctrico.



Guía rápida para saber por qué sube la luz y cómo defenderse......

¿Por qué sube?

Porque las facturas de la luz no alcanzan para pagar el coste de producir esa energía tan básica. España disfruta desde hace tiempo de unos precios subvencionados por el estado. Siempre se ha considerado un asunto socialmente delicado, y los gobiernos no se han atrevido a subir la electricidad y adaptarla al coste real. Pero desde hace un año eso ha cambiado.

¿Y por qué es tan caro producir electricidad?


La electricidad se obtiene de varias formas: instalando centrales hidroeléctricas en ríos caudalosos; quemando carbón, petróleo o gas; usando centrales atómicas; moviendo molinos; transformando la energía del sol en electrones… Basta mirar alrededor para comprender que España es un país sin grandes ríos y con baja pluviosidad, un país sin fuentes de energía primaria como petróleo. Producir electricidad es muy caro, y las empresas eléctricas han sido obligadas a hacer fuertes inversiones, que no son compensadas por las facturas que nos pasan.

¿Qué es el déficit de tarifa?

La descompensación entre lo que pagamos por la electricidad y lo que cuesta producirla a las compañías es el déficit de tarifa. Para que las empresas eléctricas no quiebren, el gobierno les financia ese déficit, el cual convierte en deuda del estado, que luego vende en el extranjero. Es un mecanismo complejo pero lo importante es saber que ese déficit es de 14.600 millones de euros.

¿Es el gobierno quien dicta las tarifas?

Lo ha hecho durante muchos años pero desde el 1 de julio del año pasado estamos ya viviendo en un mercado que está en parte liberalizado. La Unión Europea ha dictaminado que el mercado de la electricidad debe ser libre, y que cada consumidor puede elegir el suministrador que quiera. El precio base depende de una subasta que se realiza varias veces al año.

¿Es ahí donde entra la Tarifa de Último Recurso?

Exacto. Quien no estuviera interesado en elegir un suministrador de electricidad desde el 1 de julio de 2009, entonces entraba automáticamente en la Tarifa de Último Recurso mientras consumiera menos de 10 kilowatios al día, que es el 95% de los españoles. Esto es lo que se ha acordado entre gobierno y oposición, que el precio de la subasta se traslade al TUR, a la Tarifa de último Recurso del consumidor final. Pero puede elegir otras tarifas (ver a continuación).

¿Cómo me defiendo?

Las empresas de electricidad pueden ofrecernos tarifas diferentes, que están basadas en lo que consumimos a lo largo del día. Por ejemplo, de 12 del mediodía a 10 de la noche (en invierno, pues en verano es hasta las 11 de la noche), pagaremos más por el consumo. Pero de esa hora hasta las 12 de la mañana pagaremos menos. Si somos capaces de conectar lavadoras y aparatos por la mañana (tarifa valle), y tener pocos aparatos por la tarde (hora punta), entonces gozaremos de tarifas bajas. Si por el contrario, consumimos más electricidad por la tarde, estamos condenados a pagar más. En cualquier caso, todas las compañías deben ofrecer precios para estos tramos, y dar la libertad al consumidor de elegir esas tarifas, o acogerse a la Tarifa último Recurso, que es fija.

¿Cómo descifro el recibo?

La factura está compuesta básicamente de los siguientes apartados:


Potencia: Cada familia contrata la potencia que necesita. Se calcula que la potencia media es 3,3 kilowatios. Por cada kilowatio de potencia se paga 1,48 euros al mes.
Consumo: no confundir con potencia. Aquí es donde nos gastamos el dinero. Hay un pequeño lío con el llamado consumo real y consumo estimado. ¿Cuál es la diferencia? Pues a que antes de 2008, las compañías enviaban una factura cada dos meses y ahora cada mes. Como el contador se sigue leyendo cada dos meses, la empresa hace un cálculo aproximado y luego lo corrige una vez realizada la lectura. Las familias suelen consumir entre 300 y 1.000 kilowatios en un mes. Si fuera 300 kilowatios en un mes, al precio del consumo de 11 céntimos (más o menos), serían 33,744 euros al mes.
Impuesto especial sobre la electricidad: a las dos cifras anteriores –el importe fijo más el de consumo- se le aplica un impuesto especial sobre la electricidad. Este tributo está cifrado también por ley y se sitúa en el 4,864%.
Descuentos: aquí entra la tarifa especial (valle u hora punta, que explicamos más arriba), o el bono social (ver más abajo).
Recargo por exceso de consumo: esto sucede cuando una familia sobrepasa los kilowatios contratados. Suele ser de 2,8 céntimos por kilowatio de más.
Alquiler del contador: hay casos en los que el aparato es de la compañía eléctrica. Usted paga un alquiler mensual que oscila entre medio euro y 1,2 euros. Su precio viene determinado en el BOE y suele permanecer invariable durante doce meses.
IVA: Desde el 1 de julio pasado es del 18%.

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